DEMONOIR

Bueno, vamos con otra reseña blackmetalera, que ya hacía tiempo. Esta vez se trata del grupo noruego 1349 y de su último trabajo Demonoir. Esta formación, procedente de la cuna del Black y cuyo nombre es el año en que la Peste Negra asoló casi dos tercios (ahí es nada) de la población, vuelve con un trabajo que los vuelve a encumbrar a lo más alto. Después de su cuarto redondo, muy polémico y discutido por los fans (opino que la originalidad no tiene por que estar reñida con el Black Metal, aunque es cierto que hay que tener un respeto a sus orígenes) Revelations of the Black Flame, ahora parece que vuelven a sus raíces. Aunque tampoco se pueda comparar a sus primeros 3 discos (Liberation, Beyond the Apocalypse y Hellfire), si se nota cierto mensaje que vendría a decir algo así como "lo sentimos. La cagamos en el anterior, pero ahora estamos de vuelta" El listado de canciones alterna cantadas con instrumentales de apenas 1 o 2 minutos de duración, por lo que se podría resumir en 6 canciones reales de 13 en total. Estas son:

• Atomic Chapel (6:25) (Contundente primer corte del album y toda una declaración de intenciones. Larga y variada, y con muchas de las cosas que les hicieron grandes, es una de las mejores)
• When I Was Flesh (5:45) (Esta canción confirma lo que se apuntaba con la anterior. Es de las más brutales y bestias, con un doble bombo que te deja clavado. 1349 en su salsa)
• Psalm 7:77 (5:42) (En las primeras escuchas, quizá es la que más se queda, ya que tiene un ritmo bastante claro, a pesar de su brutalidad musical. La parte final es para partirse el cuello headbangeando. Genial)
• Pandemonium War Bells (7:49) (La canción más larga del disco también es la que más cambios de ritmo ofrece, convirtiéndose en toda una obra de arte, con partes más cadenciosas combinadas perfectamente con las más salvajes)
• The Devil of the Deserts (6:30) (Esta es mi favorita. Quizá no sea la mejor, pero me encanta. Ravn y su gargánta siguen estando en plena forma)
• Demonoir (6:19) (Genial manera de acabar un disco. Es mucho más lenta que el resto, mucho más pesada. Posee partes feroces, pero su ritmo aplastánte y pausado le confieren un aura desoladora e ideal para cerrar el album, dando paso a la última instrumental, Tunnel of Set VII)

Resumiendo, aunque su cuarto larga duración no me desagradó, sí se desmarcaron de su tendencia habitual, cosa que no veo mal mientras se trate de algo experimental y este quinto trabajo lo confirma. Rabioso, salvaje, crudo y directo. Eso son 1349. Que así sea.