sábado, 24 de julio de 2010

TOY STORY 3


Una genialidad de este calibre es difícil de ver en estos tiempos, por eso sorprende que, aun con la expectación que conlleva cada nuevo producto Pixar, estos nunca nos defrauden y (casi) siempre superen las expectativas (o por lo menos las cumplan)
Por que nadie en su sano juicio y con un mínimo de sabiduría cinéfila puede decir que existe un film de Pixar malo. Podrán ser mejores o peores en función del gusto de cada uno, podrán ser de temática variada o podrán ser más o menos carismáticos, pero nunca jamás podrán ser malos.
En cuanto al tercer asalto en esta franquicia, no pude salir más contento del cine. Como casi todas las películas de Pixar (sino todas), superficiálmente infantil y profúndamente adulta podría ser un buen resumen de lo visto.
Tengo que decir, no obstante, que no he visto la segunda parte, aunque he disfrutado con la nueva aventura como el que más. En esta ocasión los juguetes de Andy se ven sumidos en la tristeza, al ver que su dueño ya ha crecido y está a punto de irse a la universidad, por lo que no tiene claro que hacer con sus viejos juguetes, si tirarlos, donarlos o guardarlos en su desván. Al final, son llevados a una guardería donde las cosas no son lo que parecen ser. De un prometedor nuevo comienzo para los viejos juguetes, se pasa a una situación embarazosa para los mismos, que se verán amenazados por el osito Lotso, un personaje con un oscuro pasado que le aporta mucha profundidad a la saga. Se van sucediendo situaciones divertidísimas (muchas protagonizadas por el maravilloso matrimonio Potato); otras más dramáticas (la aceptación del crecimiento de Andy y el difícil, pero firme paso que deben tomar en pos de una nueva etapa; la historia detrás de Lotso); y otras más épicas (en especial los últimos 20 minutos), sin decaer su ritmo y su intensidad ni un sólo segundo. Además, debo mencionar la aparición estelar, en forma de claro homenaje al maestro Miyazaki, de Totoro, personaje protagonista de la película estrenada en 1988.
Me sigue gustando más WALL-E, pero es cuestión de gustos, no de calidad. Con todo, Toy Story 3 ES una verdadera obra maestra de la animación (el nivel técnico es apabullante durante todo el metraje), que debería sentar cátedra y enseñar a muchos cómo se hacen las terceras partes.

P.D: Por todo lo que más se quiera en el mundo, insto a todos a no perderse el fabuloso corto (Día y Noche) que se proyecta antes de la película, ya que es, sencíllamente genial.

3 comentarios:

  1. God take, I love it!
    Por cierto, a día de hoy mientes con lo de que no has visto la segunda de toy story :P

    Es una de las pelis que repetiría en cine

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  2. Vaaale, la ví al dia siguiente. Pero la tercera sigue siendo (mucho) mejor.
    Palabra.

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  3. Esta tarde(o mañana) voy a verla por fin :D Ganas, ganas, ganas.

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