Que alegría cuando te encuentras una monedita por el suelo. Da igual que sea de 5 céntimos (las de 2 o 1 depende de lo perro que esté, aunque en general suelo pasar). La alegría es momentáneamente máxima. Todo el mundo siente esta alegria cuando se agacha a recojer algo que se ha encontrado. Todo el mundo menos Caloderrito.
martes, 30 de noviembre de 2010
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no hay moneda que lo compense, putadón máximo lo que le ha pasado a caloderrito, pobre!!
ResponderEliminarEn efecto, qué pena que sean 5 céntimos y no 20 euros con los que poder taparse el trasero :P
ResponderEliminarSi, a ver si algún dia le doy alguna alegría al pobre, que todo son disgustos...
ResponderEliminara caloderrito le han ensanchado el agujerito...
ResponderEliminar¡pupita jlander!
Mola porque me imagino a rogelio-seagal lanzando el puntal jajajaja
P.D: el que lo pide es el amo!!
jajaja pero por lo menos tiene dinero y no fue de a gratis jajaja.
ResponderEliminares algo así como un castigo divino, XD
ResponderEliminaralegría doble para Caloderrito!
ResponderEliminarKramelman: A mi también me gustó el que lo pide. Igual lo pongo más a menudo o me invento al Rogelio-Seagal, no se.
ResponderEliminarnEJO: Si, bueno, menos da una piedra. Gracias por comentar!
Antoine: Pero si Caloderrito no ha hecho nada para merecer un castigo! (pero nada de nada, que es lo que hace siempre)
zalameroh: jajajaja, me despichorrao con el comentario. Pero me temo que Caloderrito es un tio tio y no disfruta mucho estas cosas.
jajaja, yo la verdad es que si veo una de 10 céntimos, la dejo también en el suelo, soy demasiado vaga para recogerla...
ResponderEliminarUy, a mi los diez céntimos ya me pican más. Me conjuraría para agacharme, pero lo haría.
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